Pedagogía: Gestión de un centro de Yoga

GESTIÓN DE UN CENTRO DE YOGA

Amamos nuestra profesión, nos encanta dar clases, tenemos experiencia pero… es posible que gestionar un centro nos supere por su complejidad y termine arrastrando la calidad de nuestras clases o teniendo que cerrar nuestro querido proyecto. Para que esto no pase veamos algunas sugerencias a tener en cuenta.

  • ORIENTACIÓN

Cuando más definido en sus objetivos esté nuestro centro más claridad genera y el público entiende a la perfección qué se hace exactamente en ese centro. Pero claro, cuanto más especializado reducimos la amplitud de intereses de mucha gente. En el caso de que seamos la central de un estilo de Yoga o de un nuevo método, se vuelve difícil generar una gran demanda.

Al otro extremos tenemos los centros que intentan acogerlo todo, una especie de popurrí que desdibuja lo que se hace en ese centro. Así que está bien definir un área de atención lo suficientemente amplia para acoger la demanda de nuestros alumnos. Por ejemplo, es posible que un alumno de Yoga se quiera hacer algún masaje Thai algún día o tener un asesoramiento dietético si nuestro interés como centro es la salud.

  • PERMISOS

Los permisos para abrir un centro pueden ser numerosos y engorrosos pero se vuelve necesario si queremos que nuestro centro cumplan con la normativa y tener seguros de responsabilidad civil para estar protegidos. Hay lavabos que tienes que estar adaptados, vigas ignífugas, salida de emergencia, etc. Todo esto encarece el proyecto y seguramente son los gestores y arquitectos los que tienen que darnos sus presupuestos para  poder tener la licencia de apertura. En todo caso es un tema complejo.

  • UBICACIÓN

Claro, lo ideal es situar nuestro centro en una zona céntrica para estar a mano de una mayor clientela. Es real que establecemos nuestras actividades dependiendo de la comodidad de acceso. El problema de esto es la dificultad de encontrar estos locales y el precio muy inflado, además del ruido y agitación que suelen tener el centro de las ciudades. Se pueden encontrar calles secundarias no aptas para el comercio pero sí para un centro que requiere tranquilidad. Pero un tema importante es el acceso con transporte. Si nuestro enfoque es para el barrio no hay tanto problema pero si queremos abarcar actividades un poco más especializadas contar con transporte público cerca es imprescindible. También el hecho de que haya algún parking cerca.

  • ESPACIO

Desde esta orientación nos interesará un centro pequeño, mediano o grande. Hay que tener en cuenta que la franja alta de demanda de clases de Yoga grupal es corta, básicamente por la tarde y de 17 a 21 horas aproximadamente. Contar con una sola sala puede dificultad la variedad de propuestas. Es interesante una sala mediana o grande y otra pequeña. Así como alguna cabina individual para tratamientos individuales.

  • GASTOS

A menos que uno ya tenga en propiedad un local, amortizar una nueva compra se vuelva muy cuesta arriba. Estamos abocados al alquiler pero no hay que olvidar que el alquiler más los gastos de suministros, teléfono, limpieza, etc es durante todo el año. Todavía el horario escolar marca mucho las actividades que se hacen y gran parte del verano se vuelve difícil mantener las actividades que hacemos durante todo el año, con lo que la bajada de ingresos es radical.

  • ATENCIÓN AL ALUMNO

Hablando de gastos, tener una secretaría abierta buena parte del día, a menos que tengamos un centro grande, supone tiempo y mucho, y salarios. Está claro que tienen que haber unos horarios de atención pero también, cada vez más, las personas llaman por teléfono o buscan la información en la web. Que en la entrada estén claramente los horarios de atención marcados, así como folletos generales y específicos para que la persona se lleve ese folleto a casa y lo consulte, simplifica las cosas.

Bienvenida también la tecnología para el acceso al centro cuando no hay nadie en secretaría y nosotros estamos dentro de la sala. Basta un interfono con código para que nuestro alumno pueda ingresarlo y entrar libremente, además de contar, si es necesario un interfono con visor para ver quién llama al timbre.

  • ENTRADA AL CENTRO

Se ha hablado mucho del feng-shui aplicado a casas, centros, etc y quizá no es necesario seguir instrucciones muy esotéricas pero sí un sentido común. La entrada al centro es la primero imagen que damos, Una entrada cuidada, acogedora y sin abarrotamiento de cosas facilita la acogida. Los ventanales dan transparencia y luminosidad, y el aporte de alguna planta el frescor de lo vivo. Habría que evitar un exceso de elementos vivos que después no podemos cuidar adecuadamente y centrarnos en una planta tal vez pero que de un sentido de vida y de exuberancia. Aunque el tema de la estética reconozco que es muy personal.

  • HORARIOS

Nuestro ímpetu al inicio de un proyecto es dar un servicio muy amplio de horarios y actividades. Pero lo cierto es que uno no adquiere una clientela el primer día, ni el primer mes, a veces es necesario años para ser conocido y que funcione la publicidad del boca a boca. Proponer muchos horarios es irreal porque el volumen de inscritos se va a distribuir entre muchas opciones que no tendrán rentabilidad y habrá que cerrarlas con la consiguiente frustración. Es mejor apostar por lo más seguro, un horario que cubra los horarios principales e ir abriendo nuevos a partir de la demanda real.

  • COBROS

El orden de los pagos suele ser irregular pero nuestro administrador de fincas sí cobra puntualmente el primero de mes. Ya sea por descuido, pereza o negligencia a menudo el alumno se olvida de ponerse al día con los pagos. Las solución que conocemos y que utilizan la gran mayoría de centros es la de la domiciliación bancaria. Es cierto que las comisiones a veces son abusivas y que cuando un recibo se devuelve no sabes bien qué hacer con él y con los gastos que se derivan, pero la gestión del banco simplifica enormemente esta tarea y elimina fácilmente los malentendidos y olvidos que se siempre se dan.

  • VESTUARIOS

No hay ninguna objeción a un vestuario unisex pero todavía hay personal que no se sienten tan cómodas y es preferible vestuarios separados teniendo en cuenta que la asistencia de mujeres suele ser mayor y requiere del vestuario más grande. El tema de las duchas es complicado. No todos los estilos de Yoga uno suda hasta empapar la camiseta, incluso diríamos que el equilibrio corporal y energético después de una clase de Yoga se pierde con una ducha a posteriori. En todo caso, el gasto de agua puede ser brutal porque, ya lo sabemos, el placer de una ducha caliente dilata la dimensión del tiempo.

Quizá la solución para casos extremos es la de disponer de una sola ducha para cuando alguien viene del trabajo y no se ha podido higienizar antes de empezar la clase.

  • TAQUILLAS

Taquillas para dejar nuestra ropa de Yoga permanentemente puede ser aconsejable si disponemos de espacio de sobra. Lo que tal vez sí sea más necesario es la de tener pequeñas taquillas sólo para poner lo personal, de un cierto valor, pero cuantas menos cosas se dejen en el centro mucho mejor.

  • MATERIAL

No es recomendable que el alumno tenga que traer su esterilla y cojín desde casa, y menos cuando hemos de coger transporte público. Se hace necesario que el centro tenga todo el material necesario y que cuente con una habitación para guardar el material. Esto unifica el material utilizado, aunque cada uno si quiere puede traer su material. Para que la esterilla sea más higiénica podemos proponer que el alumno compre unas telas finas que se colocan encima de la esterilla cuando nos tumbamos sobre ella. Es un asunto nada baladí.

Julián Peragón




PRÁCTICA (B) MES DE NOVIEMBRE

PRÁCTICA (B) MES DE NOVIEMBRE 2016

ESCUCHA (aprox. 5’)
En posición de pie.

SERIE (aprox. 30’)
Serie Global 19

ENERGÍA (aprox. 5’)
Sensibilización Chakras. En postura sentada (Vajrâsana). Colocar las manos durante tres respiraciones profundas en los diferentes chakras, desde Muladhara a Sahasrara. Percibir la sensación sutil energética.

MEDITACIÓN (Aprox. 20’)
Empezar durante 5’ con las manos en Shank Mudrâ al lado del corazón. Susurrar o cantar el Om.
Continuar con la meditación en las ACTITUDES. Meditar sin expectativas, sin miedo, sin apego, sin experiencia, sin frustración, sin juicio, etc.

TOTAL TIEMPO: Aprox. 60’




PRÁCTICA (A) MES DE NOVIEMBRE

PRÁCTICA (A) MES NOVIEMBRE 2016

ESCUCHA (aprox. 5’)
En posición de pie.

CALENTAMIENTO (aprox 10’)
Calentamiento articular de tobillos.

SERIE (aprox. 15’)
Dvipada pitham

RESPIRACIÓN (aprox. 10’)
Movimientos de la columna en todas direcciones.
Conciencia de la respiración sin intervenir.

MEDITACIÓN (aprox.20’)
Momento de silencio y calma interior. Presencia

TOTAL TIEMPO: aprox. 60’




Presentación de la práctica del mes

PRÁCTICA DE YOGA MENSUAL
Es evidente que no podemos avanzar en una formación de profesorado de Yoga si no hay un compromiso con una práctica personal aunque es lógico que esta práctica se vaya adquiriendo y vaya ganando fuerza poco a poco. La práctica nos centra y nos clarifica porque nos hace de espejo al mostrarnos nuestros límites pero también nuestras potencialidades. Y puede llegar a ser tan sugerente como un strip-tease al desnudarnos de tantos y tantos hábitos de vida adquiridos que nos desvigorizan o dispersan. Práctica es purificación de nuestras tensiones y poder personal a través del cultivo de nuestra voluntad.
Pero claro, no cualquier práctica sirve sino aquélla que se ajusta a nuestro preciso mapa tensional, que se adapta a nuestro eje vital y que amplia nuestro horizonte de comprensiones. En este sentido la propuesta de la escuela es practica y practica desde la escucha y ves ajustando esa práctica hasta que se convierta en una segunda piel. La escuela a través de las entrevistas personales, la ficha de salud, la clase test y la lectura corporal te irá sugiriendo algunos elementos adecuados para esa práctica personal. Lo iremos revisando a lo largo de la formación.
Sin embargo, una segunda orientación de esa práctica, ya que estamos formándonos como profesores, es el dominio de las técnicas que se dan en la formación que por un lado podemos ir incluyendo en nuestra práctica personal al considerarlas adecuadas a nuestro momento, y por otro nos irán dando seguridad a la hora de impartirlas cuando seamos profesores y tengamos nuestros propios alumnos.
Evidentemente ambas prácticas se pueden alternar pero es conveniente saber en todo momento en qué registro estamos más que nada para no confundirnos. O estamos haciendo nuestra práctica o estamos dominando unas técnicas necesarias. Es cierto que el dominio de dichas prácticas va alimentando nuestra propia práctica de la misma manera que la lectura y relectura de ciertos libros va engrosando nuestra propia sabiduría de vida.
De esta manera os vamos a proponer cada mes una práctica basada en las técnicas principales que hemos desarrollado durante el mes anterior en clase. Una práctica pautada con un tiempo aproximado que cada uno, según su disponibilidad de tiempo e intensidad puede acortar o alargar. Junto a esta sugerencia de práctica os pedimos también llevar un diario donde quede registrado las características de la ejecución de dicha práctica. Tiempo, dificultad, elementos de autorregulación y sobretodo, la vivencia de dicha práctica. Un diario que os puede servir de apoyo y reconocimiento de la evolución de la misma. No hay que tomárselo como algo obligatorio sino como una invitación a profundizar más y más en el Yoga con nuestro asesoramiento.
Lo terminamos de hablar en clase y aclararemos las dudas. En breve recibiréis la práctica del mes. Hari Om Tat Sat Om Shanti. Julián




YS carta bienvenida Primer curso

Hola a todos:

Encantado de daros la bienvenida a la escuela Yoga Síntesis.  Seguramente ya hemos hablado en alguna entrevista o nos hemos visto en alguna presentación. Es importante que tengáis claro la organización de la escuela y que no dudéis en preguntarme cualquier cosa. En el blog del alumno (www.cuerpomenteyespiritu.es), en la pestaña de Escuela encontraréis más información sobre el funcionamiento general.

Recordad que queremos daros al inicio de trimestre unos contenidos básicos para que podáis seguir el ritmo de la formación con la mejor calidad de atención. Tenéis también los diferentes archivos de esta introducción. Hablaremos de la bibliografía el primer día. De momento, no os compréis ningún libro.

En cuanto al material hay dos cosas importantes: la esterilla y el cojín de meditación. La esterilla debería ser antideslizante y con el suficiente grosor para proteger la columna y amortiguar la presión sobre las rodillas en algunas posturas. En cuanto al cojín sugerimos que sea suficientemente alto para elevar la pelvis, de semillas para ajustar mejor el apoyo de los isquiones y en forma de semiluna para que encajen bien los talones. Si ya tenéis uno en el que os sentáis a gusto, será suficiente. Otro elemento a tener en cuenta es una cinta para hacer sujeción en algunas posturas.

Ya os explicaremos más adelante cómo hacer la ficha de salud que nos dará paso a la primera entrevista para ir orientando la práctica, e iremos acordando según vuestra disponibilidad las entrevistas.

Para el grupo Residencial es muy importante manejar con fluidez el archivo Doodle que enviamos a la casa de acogida para calcular exactamente en número de comidas que vais a realizar y si hay alguna intolerancia alimenticia. Abajo os colocamos también el link a la información del archivo Doodle. Preguntad si tenéis alguna duda.

En las diferentes presentaciones ya he comentado que aprovecharemos este primer trimestre del curso (octubre, noviembre y diciembre) para hacer una introducción a los contenidos de la formación. Así, el grupo Residencial empezará el viernes 7 de octubre a las 18 horas en La Plana, y el grupo Ciudad, el jueves 6 de octubre a las 16 horas (una hora antes del horario oficial durante el primer trimestre). Si no podéis asistir ya os daremos la información y os mantendremos informados.

Y también os ponemos la carta para el trabajo de Yoga Social que haremos en pequeños grupos durante todo el curso. Pero esto lo recordaremos al principio de curso. Bastaría sólo enviar vuestro listado de preferencias acerca de los diferentes temas que vamos a tratar.

Recordaros, por último, que estamos a vuestra disposición para arrancar un camino de formación de autoconocimiento que nos parece muy sugerente y revelador, y que juntos podemos caminar un trecho del camino. Nos dice Patañjali, en el primer sûtra del libro primero que “Ahora la enseñanza del Yoga”, en el sentido de que las condiciones son las adecuadas y también como fórmula para invocar la buena fortuna o el buen augurio al inicio de esta etapa. Os deseamos lo mejor. De todo corazón. Julián Peragón

http://www.cuerpomenteyespiritu.es/2016/09/informacion-de-los-eventos-en-doodle/

http://www.cuerpomenteyespiritu.es/2016/09/introduccion-al-yoga-social/




Obstáculos para la meditación: Miedo y vértigo a la disolución

Obstáculos y retos:

Miedo y vértigo a la disolución

Si tuviéramos que responder a la pregunta sobre el terror universal que profesamos a la muerte, la respuesta no sería nada fácil. Incluso si estamos sufriendo una enfermedad grave y crónica, si hemos perdido facultades básicas de comunicación o de autonomía, o si nuestra vida esté bajos mínimos… preferimos seguir viviendo. El instinto de supervivencia es tan grande y tan feroz que ni los sabios pueden liberarse del apego a la vida.

Hemos construido nuestro yo en el mundo y al lado de un espejo, y lo hemos glorificado batalla tras batalla, reto tras reto. Ante el vértigo que nos produce la totalidad, nos hemos refugiado en un pequeño o gran yo, y no estamos dispuestos a tirar todo por la borda, a morir a la seguridad que nos han brindado nuestras fronteras internas. Ese vértigo a la disolución del yo es lo que aparece en la meditación. En medio de esa nada o de ese todo, según se mire, no somos nada, no somos nadie, no hay un yo que registre, que juzgue o que interprete lo maravilloso de la experiencia.

Ante ese miedo, ante esa sensación inevitable de vértigo, no podemos hacer otra cosa que confiar profundamente. ¿Cómo hace si no el polluelo para saltar por primera vez al vacío desde la rama más alta, o el feto que rompe en su nacimiento la casa cálida y acuosa que le ha arropado todo el tiempo? ¿Cómo hacemos para dar el primer paso sin apoyos? Esto sólo parece posible con una buena dosis de coraje y con una confianza innata en la vida.

Precisamente, ese éxtasis que anticipa la meditación es tan deseado como temido. Promete elevarnos a las alturas, pero también puede dejarnos caer sin previo aviso. No en vano más de uno se ha estrellado al no poder integrar adecuadamente dicha experiencia de disolución.

Tradicionalmente, el camino espiritual ha estado guardado celosamente para que no se devaluara un determinado conocimiento y para que el adepto no entrara en contacto con aquello que lo podía desequilibrar a través de pruebas de iniciación. En todo caso, nuestro esquema meditativo es progresivo, y es preferible pasar de una etapa a otra una vez que ya hemos superado sus obstáculos y retos. Siempre será conveniente tener un guía de meditación que vaya clarificando las distintas etapas.

Julián Peragón

Meditación Síntesis

Editorial Acanto




Obstáculos en la meditación: Fantasía

Obstáculos y retos:

Fantasía

Desde este nivel, como desde la cima de una montaña, el horizonte es muy amplio. Podemos divisar fácilmente nuestra biografía con suma nitidez, e incluso anticipar los siguientes pasos que daremos en el camino. Todo se vuelve diáfano, no hay lugar para la duda.

La visión del águila es muy poderosa: escudriña el terreno palmo a palmo hasta dar con la presa. Sin embargo, cuando se acerca al terreno, hay más arbustos y sombras de las que esperaba; no siempre el águila se lleva el gato al agua. Algo parecido nos pasa a nosotros cuando elevamos nuestro nivel de conciencia. Desde nuestra altura filosófica, las preguntas y las respuestas son claras y contundentes, pero a ras de suelo son más ambiguas y complicadas.

En nuestra meditación, a veces se despliegan verdaderas visiones integradoras, luminosas, prometedoras. Son visiones que anticipan lo que va a venir, que nos señalan el atajo para salir de una crisis o nos dan ideas relacionadas con un nuevo proyecto. A menudo, esas visiones chocan con la cruda realidad que vivimos día a día y no se articulan suficientemente.

No es de extrañar que nuestro mecanismo de defensa salte por los aires, que empecemos a fantasear allí donde la realidad se mantiene fija; en definitiva, que nos quedemos colgados en las alturas, esperando infructuosamente que la realidad cambie.

La fantasía, sea de un color o de otro, es una huida hacia delante. Escapamos de un mundo duro, de una realidad triste, de un entorno empobrecido y, a golpe de sublimación, reconstruimos un mundo feliz en el que nos gustaría vivir.

Con todo, la meditación no es una invitación a despegar hacia dimensiones desconocidas sino a aterrizar justo en esta dimensión, en la realidad más desnuda. Es muy humano fantasear, añadir a la realidad aquel pedazo que le falta y limar aquél que le sobra para que se adapte a nuestras expectativas. Si pudiéramos despojarnos de todas esas expectativas, de cómo tendrían que ser las cosas y de cómo nos ven los demás, tal vez el frío de la nieve no sería tan helado, la soledad tan lúgubre ni la muerte tan terrorífica.

Julián Peragón

Meditación Síntesis

Editorial Acanto




Obstáculos en la meditación: Sopor y aburrimiento

Obstáculos y retos:

Sopor y aburrimiento

La mejor postura, la que acumula menos tensiones, placentera y dulce, es la postura del cadáver. Pero esta postura que adoptamos cada noche, boca arriba o boca abajo, no es apta para meditar por la sencilla razón de que la utilizamos para abrazar a Morfeo. La postura horizontal, y el mismo gesto de cerrar los ojos, nos invitan, casi sin darnos cuenta, al sueño reparador.

Necesitamos pues una postura que, siendo estable, requiera un plus de atención por nuestra parte para mantenernos erguidos. Ya la tenemos: sentados con las piernas cruzadas o en paralelo y la columna vertical. No obstante, somos capaces de dormirnos aún de pie si tenemos un déficit de sueño o si meditamos a horas muy madrugadoras o a medianoche, cuando el hábito del cuerpo es desconectar. La carencia de sueño tiene muy fácil arreglo: basta con un fin de semana haciendo la dulce terapia de dormir.

Sin embargo, hay otra somnolencia que no procede de la falta de sueño, sino de la evasión. A veces, en meditación nos sobreviene una pasión de sueño claramente sospechosa, una pasión que nos impide permanecer alertas, estar presentes. Como comprobamos a menudo, la mente es inestable y caprichosa. Su centro egoico se alimenta en parte de estímulos y se recrea en los circunloquios de sus deseos y temores; hace sus cambalaches con el mundo y se entretiene muy a menudo en crucigramas, puzzles, chistes, historietas y rumores. En parte suena a caricatura, pero esa conciencia ordinaria, preocupada y dispersa, está en nosotros, y la podemos observar en el metro, la oficina y la cena de amigotes.

Nos hemos sentado en el cojín de meditación con muy buenas intenciones, pero tras unos minutos de mirar el suelo y la pared, después de cerrar los ojos y quedarnos en la nada de la pantalla mental… nos sobreviene el tedio. Aburridos aún, le sacamos la gracia al desconchado de la pared, pero ni siquiera eso dura mucho: irremediablemente buscamos una salida, el sueño. Somos expertos en escapismo cuando algo no nos interesa o nos amenaza, cuando algo nos da miedo o nos produce angustia.

La meditación nos ayuda a permanecer despiertos sin los estímulos externos, porque no se trata de entretener al ego (como si le diéramos un sonajero a un bebé); se trata de abrirnos a una presencia eterna que está en nuestro interior y se actualiza fuera, una curiosidad del alma que no ve la pared y el desconchado sino el infinito que hay tras ellos. Qué duda cabe de que estaríamos despiertos si tuviéramos que coger el último tren de la noche, si estuviésemos esperando a nuestro gran amor después de meses de ausencia, si estuviéramos en la línea de salida de nuestro deporte favorito. En esas situaciones es fácil mantenernos despiertos. También lo sería si en vez de estar haciendo una meditación más, dentro de una práctica diaria, fuera la única e irrepetible meditación, en la que gritamos “tierra” después de un largo viaje en barco.

De todas maneras, existe un antídoto para el sopor en la meditación: la postura. Una postura de meditación demasiado cómoda acogerá fácilmente el ataque de sueño; pero si anudamos más las piernas, si estiramos más la espalda hacia la vertical, si mantenemos con rigor el gesto de las manos, la lengua contra el paladar y si abrimos bien los ojos, es posible que podamos lidiar con el sueño.

Julián Peragón

Meditación Síntesis

Editorial Acanto




Obstáculos en la meditación: Negatividad

Obstáculos y retos:

Negatividad

Las heridas duelen, y hasta que no están cicatrizadas supuran, pican y molestan. Hay muchos tipos de heridas, pero las más aparatosas son las que hacen mella en nuestra valía personal, en nuestra imagen y autoestima. De niños, todos hemos inflado más de la cuenta un globo que al más mínimo roce explotó en bellos colores. Entonces, no fue fácil consolarnos por la pérdida. Ya de adultos, casi todos, hemos caído en un pecado básico: aparentar ser más de lo que somos. Nos hemos inflado más de la cuenta y hemos tropezado con los seres y… hasta con los enseres. Queremos ser los mejores amigos, los mejores amantes, los mejores en el trabajo y los más simpáticos en la fiesta. Prometemos lo imposible y ofrecemos nuestra disponibilidad absoluta para mediar en crisis, ayudar en mudanzas, aliviar duelos y ser exquisitamente hospitalarios. Mucho de noble hay en esta actitud, pero también mucho gato por liebre y mucho agotamiento.

No terminamos de aceptar nuestra carencia y preferimos dar una imagen de abundancia; no nos gusta la inseguridad y adoptamos un discurso de endiablada coherencia; y no nos gusta sentir la vulnerabilidad del amor y nos acorazamos en la no dependencia.

En realidad, para amar de verdad hay que desinflarse un poco, hay que hacer hueco al otro, darle un rinconcito en nuestro interior y escucharle sin juicio previo. Amar a otro es regar sus semillas aunque nosotros no vayamos a saborear sus frutos, es apoyarlo incondicionalmente aunque eso signifique perderlo de vista y hasta amar en silencio si las realidades de ambos chocan o se precipitan en la nada. No son palabras bonitas, amar desgarra, ahoga, cuestiona y duele, aunque también, no lo olvidemos, eleva, ilumina y consuela.

Nuestro yo inflado no está preparado para amar, pero como buen actor interpreta ficciones amorosas; el problema es que pasada la función se cae la máscara y la comedia se vuelve trágica… Despertarnos ante alguien que apenas conocemos, habiendo perdido el deseo y sin quererle realmente, puede ser dramático.

La historia se repite: cambian los escenarios, los actores, los papeles… pero el fondo siempre es el mismo: confundimos amor con enamoramiento, intimidad con cercanía, aceptación con complicidad. El ego no quiere vérselas con un otro real: quiere una prolongación de su deseo, un soporte de su idealidad, un eco de sus opiniones y una sincronía perfecta a su ritmo. Y a esto le llama romanticismo. Pero hay un problema: que tarde o temprano el otro no se dejará cosificar, ningunear y no querrá vivir en una jaula de oro o de hojalata. Querrá ser amado, aunque en su neurosis compita con el mismo juego de poder y de contrapoder.

¿Y qué tiene que ver todo esto con la meditación? Las heridas difícilmente se cierran; por eso, cuando enfocamos el centro del pecho en la meditación, nos sentimos apesadumbrados. Notamos una losa que no nos deja respirar y que congela nuestra alegría; sentimos, a pesar de nuestra buena disposición, una negatividad que nos mantiene encerrados en ese laberinto complejo que es nuestro mundo afectivo. ¿Qué podemos hacer?

Volviendo a la imagen anterior, las heridas deben tratarse para que no se infecten. Hay que quitar el apósito viejo, poner antiséptico y vendar adecuadamente. No sería descabellado hacer lo mismo con nuestras heridas narcisistas: ir a un buen terapeuta para revisar y poner orden, para pasar página y aceptar las pérdidas, y para terminar de hacer los duelos.

La negatividad, la furibunda pero también la larvada, contamina nuestra meditación. Una pequeña imagen o un antiguo recuerdo pueden disparar nuestra más rancia culpa o airear nuestra más sádica fantasía de venganza.

El antídoto ya lo conocemos: el perdón. Perdonar a otro es lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos, para no agriarnos el humor y para no hacernos mala sangre. A pesar de las buenas razones que tiene el ego para odiar, el alma susurra que basta con no personalizar las ofensas. A menudo, el daño que nos infringen, o el que infringimos, no está estrictamente destinado a nosotros. El que hiere, a menudo arremete a diestra y siniestra, sin ton ni son, y el golpe llega a nosotros porque nos tiene delante, porque está frustrado y porque, evidentemente, no sabe cómo expresar su amor. Basta con no acoger los regalos ofensivos que nos ofrecen.

Al meditar, conectamos con una justicia que no es de aquí. Al respirar cada herida, sabemos que la conciencia, la nuestra y la del otro, hace las veces de juez y de terapeuta, de consejero y de sanador. Abrirnos a la conciencia amorosa permite que el niño herido, quejoso y a veces vengativo, transite hacia la compasión. Duele pero sana.

Julián Peragón

Meditación Síntesis

Editorial Acanto




Obstáculos en la meditación: Dispersión

Obstáculos y retos:

Dispersión

Decíamos que la respiración ha sido uno de los grandes soportes que ha tenido la tradición en la meditación, y que ésta ha sido, por su especial flexibilidad, una puerta fabulosa de interiorización. Ahora bien, el ego no acepta plegarse a algo tan aburrido y mecánico como es la respiración; no le encuentra la frescura, la sensibilidad ni el alma. Así, uno de los principales obstáculos que vamos a encontrar en esta etapa es la dispersión.

Saltar de estímulo a estímulo, como de flor en flor, es agradable, casi divertido… pero seguir una respiración detrás de otra nos parece cansino. Desde la superficie, cada respiración es igual a otra; desde la presencia, cada una es un universo diferente. Sólo si somos conscientes del vínculo que une la respiración a la sensación, a la percepción, a la imagen, al mismo pensamiento, descubriremos no sólo un fuelle de aire sino un caleidoscopio de vida.

Contar respiraciones es útil para mantener la concentración, y contar en sentido inverso es inteligente para romper con el automatismo de contar. Visualizar en cada respiración un pétalo y construir flores y ramilletes viene a ser poesía. Es verdad que toda concentración requiere un cierto esfuerzo mental, sujetarse en torno de un objeto meditativo, pero está claro también que ese esfuerzo mental es un preámbulo para sortear resistencias, dispersiones y tentaciones de nuestro deseo. Más allá, como algo que irrumpe sin esfuerzo, nos unimos íntimamente al objeto de meditación. Y ahí empieza propiamente la meditación.

Julián Peragón

Meditación Síntesis

Editorial Acanto