Tras la Toma de Conciencia y previo a la Progresión todavía podemos diferenciar un espacio especial, es el calentamiento.
Decíamos que la Toma de Conciencia era una preparación mental a la serie, ahora bien, el cuerpo, no siempre sigue en la misma dirección, continúa con su letargo, con sus hábitos, es aquí donde se impone el calentamiento. Una preparación especial para deslizarse en la serie bien despiertos en cuerpo y mente.
Algunas de las cualidades que desarrollamos con los diferentes calentamientos son las siguientes:
VOLUNTAD
Ya que Yoga es Tapas, disciplina. El calentamiento nos lanza un cable para trabajar nuestra voluntad dormida. Es cierto que la disciplina no es voluntad sino curiosidad pautada, anhelo de descubrimiento pero hace falta un empujón, ese empujón puede venir de la mano del calentamiento.
ACCIÓN SOBRE EL CUERPO
Además ese calentamiento por poner una imagen, deja al cuerpo en una posición de mayor sumisión, rendido a la fuerza mental para su posterior acción en la serie de Yoga.
TENSIÓN
El calentamiento asimismo libera los puntos de mayor tensión. Hace que la musculatura se caliente, que afluya la circulación, que llegue el oxígeno a todo el cuerpo.
SENSIBILIDAD
Por otro lado la movilización más o menos enérgica de ciertas zonas va a favor de despertar la sensibilidad del cuerpo y de despertar zonas mudas, insensibles, frías, duras, que no respiran.
SINCRONIZACIÓN
El hecho que los ejercicios se hagan de forma dinámica nos obliga a estar más atentos y a sincronizar movimiento y respiración, a no perder el equilibrio, a ser precisos, etc.
DESACELERACIÓN
Al provocar una mayor intensidad a nivel físico o respiratorio, el hábito mental de dispersión y aceleración se tranquiliza. Esto provoca un estado de receptividad.
ENERGÍA DE RESERVA
Para el trabajo íntimo del Yoga de presencia hay que tener energía suficiente. A veces abordamos la práctica con poco vigor. El calentamiento moviliza reservas de energía que antes no estaban disponibles.
Tipos de Calentamiento
Está claro que en el calentamiento podemos hacer énfasis en tal o cual aspecto dependiendo de nuestra necesidad.
Calentamiento articular
Este calentamiento es importantísmo no sólo porque gran parte de la población sufre de procesos artríticos pues no se mueven las articulaciones en toda su amplitud. El calentamiento articular consiste en movimiento circulares amplios en cada articulación sin forzar y evitando la carga tensional innecesaria.
Podríamos decir que a un nivel simbólico las articulaciones «articulan» lo que somos con el mundo. Cuando hay intolerancia o rigidez también esto se somatiza a un nivel corporal.
Calentamiento muscular
Los músculos por otro lado son nuestro recurso energético. El músculo tiende a acortarse y con la edad, mejor dicho, con los pequeños traumas, los músculos se acortan, pierden elasticidad, se vuelven duros y pierden su función. El trabajo sobre la musculatura a nivel de calentamiento debería ser progresivo, con movimiento repetitivo in crescendo sin forzar, pues se produciría un reflejo de retracción que provocaría todo lo contrario de lo que queremos conseguir.
El calentamiento muscular está potenciando nuestra voluntad al querer ir más allá de nuestro primer cansancio.
Calentamiento respiratorio
La respiración es nuestra fuente de alimento de energía, de oxígeno. Los malos hábitos respiratorios empobrecen el flujo del aire. Un calentamiento respiratorio consiste sobre todo en abrir las zonas respiratorias como son la parrilla costal y estimular la función del diafragma. Los movimientos suaves de la cintura escapular van a acompañar las grandes respiraciones que ventilan todo el pulmón.
La respiración sobre todo trabaja a nivel mental. Los desarreglos mentales inciden fundamentalmente en la pérdida de ritmo y profundidad de la respiración.
Calentamiento circulatorio
La circulación está solicitada realmente en los anteriores calentamientos pues todo el cuerpo es una gran integración. Cuando respiramos profundamente la función del diafragma hace de bomba circulatoria, y al trabajar los músculos hay un mayor flujo circulatorio en esas zonas. Pero también hemos de pensar que podemos incidir en lo circulatorio al utilizar las posturas invertidas. Hacer el pino contra la pared, preparar la postura sobre la cabeza, sirsâsana o sarvangâsana nos procurarán un trabajo extra sobre lo circulatorio.
La deficiencia postural en nuestra sociedad, ahíta de sedentarismo, o trabajos básicamente de pie o sentados nos piden una cambio de actitud. Podríamos hablar incluso de una terapia de la ingravidez donde la cabeza se irriga convenientemente, el cerebro, los sentidos y hay un mayor aflujo del retorno venoso hacia el corazón.
Los problemas circulatorios pueden tener que ver con una dificultad en la distribución de los recursos internos. O también de una presión demasiado alta, o demasiado baja.
Calentamiento espontáneo
Habíamos hablado de la voluntad en cuanto al trabajo sobre calentamiento. Pero este tiene un contrapunto y es el hecho de dejar hacer al propio cuerpo. Cuando hay una tensión excesiva en alguna zona del cuerpo, la sabiduría corporal (si la dejáramos salir a flote) tendería a soltar espontáneamente esa zona para equilibrar la tensión ya que el cuerpo tiende siempre a una homeostasis.
Nosotros hablamos movimiento regenerador o espontáneo y que consiste en dejarse ir y seguir el movimiento propio del cuerpo. La mayor ventaja de esto es que no hay tensión añadida como puede haber en los calentamientos habituales, y estamos potenciando la sensibilidad natural del cuerpo, la flexibilidad de los tejidos, la calma mental y la respiración.
Ajuste en la sesión de Yoga
De lo dicho anteriormente se deduce que elegiremos un calentamiento u otro dependiendo de nuestras necesidades pero también del objetivo de la serie y de las zonas a trabajar. Aún así el calentamiento depende también de otros factores:
Edad: A una mayor edad o dificultad de nuestro estado físico corresponderá un calentamiento más largo pero menos intenso.
Clima: si hace más frío o las condiciones en la sala no son adecuadas un mayor calentamiento será más adecuado.
Estado interno: según nuestra dominancia de carácter nos conviene poner el acento en lo muscular, respiratorio, etc.
Por Julián Peragón