Texto Centro simbólico: Rosa Andreu

Centro Simbólico mayo 2011

El centro en principio me pilló desprevenida (todavía no había pensado en ello) y no tenía ni idea de que podía hacer, poco a poco fue cogiendo forma.

Todo empezó en la relajación final de una clase de yoga me vino la imagen de una espiral de imágenes de fractales de la naturaleza, supongo que como tenía en la cabeza el comentario de la tradición sobre el mismo tema y aquella misma tarde había recibido la llamada de Alex, mi mente hizo algún tipo de asociación. Me pareció que podía ser una imagen buena para un centro así que decidí decirle a Alex que ya lo hacía yo.

Empecé a buscar imágenes por internet de fractales en la naturaleza, google es genial! Encontré muchas imágenes muy diferentes y entonces me acordé del curso de Víctor que nos dio una charla por la noche haciendo un recorrido por los chakras y relacionándolos con la naturaleza así que se me ocurrió que podía coger la idea y ordenar la espiral de fotos como si fuera la espiral de la conciencia y las imágenes representarían los diferentes chakras.

Así, que la espiral comenzaba con imágenes de montañas, de minerales,… que representaban la tierra, el primer chakra. Continuaba con imágenes de vegetales, distintos vegetales que representaban el segundo chakra. Después de las imágenes de vegetales había imágenes de animales representando el tercer chakra. En el 4rto chacra había camelias, esto tiene relación con una parte más personal que explico más adelante en el texto. Para simbolizar el quinto chakra puse una imagen de unas células hecha por un artista en representación de la creatividad que corresponde a este chakra. Para el sexto puse imágenes que representaban la comprensión y el discernimiento, así que puse esquemas o secuencias de imágenes que permitían comprender que es un fractal. Y en el último chakra, en principio no sabía que poner pero como es la conexión con el cielo o el universo se me ocurrió que imágenes fractales de nubes, rayos, y una galaxia podían ser un símbolo adecuado. Y así quedó representada la evolución de la conciencia desde una perspectiva que va conmigo, desde una perspectiva biológica. Como no estaba segura de si se entendería esto puse unas cintas del color de los chakras para identificar que fotos correspondían a cada chakra a lo largo de la espiral.

Pero faltaba algo… algo en el centro de la espiral, y además faltaba algo un poco más personal, algo que significara algo para mi,… Mientras estaba revisando el comentario cuando llegué a la hipótesis de la Reina Roja me acordé de una frase del libro Alicia en el País de las Maravillas que me encanta y dice así: “¡Ah, El Amor, El Amor Es Lo Que Hace Andar Al Mundo!”

Esta frase se me quedó grabada cuando la leí ya que estaba pasando un momento difícil en relación al amor de pareja y en el centro como no, tenía que estar el símbolo de aquello que en aquel momento me abrió el corazón y hizo que me diera cuenta de que disgustarme era la cosa más inútil del mundo. Pero a menudo cuando hay problemas en las relaciones de pareja lo primero que viene es un buen disgusto por la situación.

El símbolo que hizo que me diera cuenta de ello también tiene su historia, cuando tuve una casi ruptura con mi pareja hace tiempo y estaba bastante disgustada fui a que me hicieran un reiki, cuando ella me puso las manos al corazón sentí como si se estuviera abriendo y me entró una paz enorme. Al acabar el reiki le dije, que bien cuando me has puesto las manos al corazón, quina calma! Entonces ella me contó que había utilizado un símbolo, había visualizado una camelia en el que se abría, me dijo que a menudo utilizaba rosas en el corazón que le gustaba trabajar con ellas, así que este es el motivo de las rosas en medio del centro.

Y como realmente me creo esto de que el amor es el que mueve al mundo las rosas tenían que estar en el centro de ese pequeño mundo que puse en medio de la sala.

Al final de la espiral dejé un texto que tiene relación con el comentario de la tradición, en el comentario llego a la conclusión de que debemos hacer un cambio evolutivo en nuestra conciencia y verlo desde un punto de vista más amoroso que de poder, debemos pasar de un mal entendido tercer chakra al chakra del amor.

Este relato que saqué de la introducción de la tesis doctoral de Salvador Pueyo Puntí: “Irreversibilitat i criticalitat a la Biosfera” me parece enormemente esclarecedor de esta necesidad de mirar i actuar en este planeta en el que vivimos con unos ojos y unos actos más amorosos.

 

Por Rosa Andreu

Si haguéssim estat a la Lluna (literalment parlant) ens n’hauríem adonat, i potser ens hauríem espantat. En un racó del nostre planeta hi havia una taca, força visible, que no parava de créixer. En cosa de mesos s’havia fet més gran que, diguem, Suïssa (amb perdó), i seguia creixent. Però de moment va deixar de créixer, i no estàvem a la Lluna, i no era a Suïssa, i la majoria no ens en vam adonar, o no ens vam espantar. Era l’any 1998. Succeïa en el nostre món, sí, però en una de tantes terres d’oblidades i oblidats, que no existeixen perquè no tenen. Era una d’aquelles regions on hi havia vida en una multiplicitat de formes excepcional, on hi havia moltes cultures. I no obstant, fora de qui hi vivia, quasi ningú no n’hauria sabut res si no hagués estat perquè els esquitxos de la catàstrofe tocaren les parts vitals de varis dels “dracs”, de les “economies emergents” que han començat a existir perquè han començat a tenir. Els carrers de Singapur, Kuala Lampur, Jakarta… s’havien enfosquit, hi havia gent amb màscares anti-gas, aeroports tancats, un avió estavellat…

La “taca” en si estava a l’est de Borneo. Era foc i cendres, però no qualsevol foc. Era el pitjor episodi de la història escrita dels incendis forestals, i era justament, misteriosament, en una regió de selva tropical. Misteriosament perquè no fa tants anys que deien els entesos/es que la selva tropical no es cremava, que era immune al foc. Els intents experimentals de calar foc a algun rodal de selva madura havien fracassat sistemàticament, la selva es feia el seu microclima humit i el foc no hi tenia entrada. Però quelcom ha canviat, i els incendis gegantins han proliferat a les selves de l’Insulíndia i de l’Amazònia. El misteri no està en els factors que ho han provocat, que es coneixen bé. Quan els tentacles del mercat global, escudats en les prescripcions econòmiques de les institucions globals, s’enduen les fustes més preuades, que hi ha esparses per aquí i per allà, foraden la selva i n’esguerren el microclima, i a llavors tot crema quan arriba un “Niño” tirant a sever. “El Niño” és una modificació en les condicions meteorològiques i oceàniques que afecta tot el món, especialment l’oceà Pacífic i les terres que l’envolten, i que es repeteix a intervals irregulars, d’uns tres a set anys. Mentre la fusta se’n va i la selva s’afebleix, El Niño es fa cada cop més agressiu a causa del canvi climàtic… Els factors que han capgirat les coses no són un misteri, el misteri està en la radicalitat del capgirament, en què en un tres i no res els rècords de no-foc hagin esdevingut rècords de foc.

 

Salvador Pueyo

 




Centro simbólico: Rosa Andreu

Texto sobre el centro simbólico de Rosa Andreu




Centro simbólico: Laura Pino




Centro simbólico: Natalia Kosenko




Centro simbólico Sabiduría




Centro simbólico Divinidades




Centro simbólico Chakras




Centro simbólico. Maite Rives




Centro simbólico: Pepi Suárez

 

Comentario del centro

· Al realizar este centro pensé en exponer los cinco centros energéticos, hacer algo que fuese creativo y a la misma vez me ayudase a profundizar en mí. Ha resultado un trabajo muy gratificante y ha surgido de lo más íntimo de mí.

Cada centro energético lo trabaje partiendo de una pequeña meditación.

· Es una representación simbólica de los cinco elementos (tierra, agua, fuego, aire, éter) los cinco sentidos (olfato, gusto, vista, tacto, oído) y colores (amarillo, azul, rojo, verde).

· No he utilizado pinceles esta hecho con las manos y con la mezcla de cola, agua pintura, tierra, azúcar, sal, crema suavizante y grano de espelta.

Muladhara: simboliza mi raíz y esta realizado con tierra y color amarillo, lo viví con desnudez y fuerza.

Svadhisthana: simboliza las relaciones externa, color azul y esta realizado con sal y azúcar representando el sentido del gusto y los placeres, mi vivencia fue la relación en el vínculo familiar y mis relaciones hacia fuera.

Manipura: simboliza el poder personal y lo viví en estado de presencia, de color rojo.

Anahata: simboliza vivir en el otro, esta realizado con semillas de espelta y crema, representando el tacto suave y áspero, de color verde. Mi vivencia fue de conexión con mi corazón viviendo perdón y aceptación.

Vishuddha: simboliza la expresión, creatividad, comunicación y el sentir que es lo que yo he intentado transmitir a través de los cuatro centros energéticos.

Una vez termine el centro me di cuenta de la cantidad de detalles que podia interpretar, ¡sin darme cuenta salio el dibujo de un pez!….. a sido una experiencia preciosa de la cual me quedan muchos detalles por descifrar.

Os animo ha que hagáis uno y os dejéis llevar….

Doy las gracias por ofrecerme esta oportunidad, durante todo este tiempo de formación esquivaba este acto, me he dado cuenta de que a todo se le puede sacar mucho jugo.

 




Centro simbólico: Carmen Guzmán